jueves, 4 de septiembre de 2008

Israel: un ejército de ciudadanos

Una de las sorpresas que se llevan los turistas en Israel es el hecho de ver a tantos soldados en las calles vestidos de uniforme.

Quien no esté acostumbrado a semejante visión podría llegar a pensar que ha habido un golpe de estado y el ejército domina y tiene sitiadas las ciudades. La realidad, no obstante, es muy distinta.

El hecho de que tantos soldados caminen por las calles es simplemente porque en Israel, a diferencia de otros países occidentalizados, el servicio militar es obligatorio tanto para hombres como para mujeres. Al cumplir la mayoría de edad todo ciudadano israelí recibe la orden de reclutamiento. Diariamente se ven soldados caminando por las calles, en las estaciones de tren o en las paradas de autobuses, por tres motivos: 1) van a las bases militares; 2) van a su casa; 3) no quieren pagar pasaje de autobús (soldados vestidos de uniforme viajan gratis en el transporte público). La decisión de crear un servicio militar obligatorio fue tomada por David Ben Gurión pocos años después de la declaración de independencia del año 1948. Había que defender el joven estado de la amenaza vecina. Si bien actualmente el servicio sigue siendo obligatorio para todos, solamente el setenta por ciento de los jóvenes cumple enteramente el servicio de tres años (dos en el caso de las mujeres). Muchos reciben la exención aludiendo problemas médicos, psicológicos, morales o religiosos. El servicio en el ejército constituye una de las etapas más importantes en la vida del israelí.

Y así como el ejército está tan presente en las calles de las principales ciudades, también lo está en otros aspectos de la vida cotidiana. Una de las emisoras de radio de mayor audiencia entre la juventud - Galei Tsahal - es conducida por el ejército. Su carácter dinámico y juvenil, y muchas veces autocrítico, nunca da a entender que quien está a cargo de esa radio es precisamente personal militar. La lista de actividades sociales y culturales de carácter claramente civil que el ejército de Israel organiza no tiene fin. Menciono a continuación alguna de ellas:

1. Programas de ayuda a olim jadashim - nuevos inmigrantes -.
2. Participación activa en planes orientados a fortalecer la identidad judía a jóvenes turistas (p. ej. Taglit).
3. Cursos de complemento a soldados que no hayan finalizado la secundaria.
4. Seminarios de conversión al judaísmo para los no judíos.
5. Grupos musicales (lehakot tsvaiot).

¿Son esas las funciones de un ejército? En Israel parece que sí.

En circunstancias especiales el ejército ha llegado incluso a resolver asuntos claramente policiales. Dos trágicos sucesos ocurridos en Jerusalén hace pocos meses dan prueba de ello.

1. Hace aproximadamente siete meses, un terrorista palestino con ciudadanía israelí se infiltró en un uno de los más importantes centros rabínicos de Jerusalén y comenzó a disparar a bocajarro contra todos los allí presentes, en su mayoría jóvenes que se encontraban estudiando Torá. El terrorista fue abatido, no por la policía, sino por un soldado israelí que se encontraba de vacaciones en su casa.

2. El segundo suceso tuvo lugar hace alrededor de cuatro meses en una de las más céntricas calles de Jerusalén. Otro terrorista palestino-israelí arolló con un tractor robado todo cuanto se encontraba a su paso a lo largo de unos 1200 metros. Siete policías se encontraban en la escena y, no obstante, fue un civil israelí, oficial de alto rango en la reserva, quien con su pistola personal le quitó la vida al terrorista.

El hecho de que un ciudadano corriente (que simplemente paseaba por allí) acabe con la vida de un terrorista demuestra que todo israelí, sea civil o militar, es un soldado preparado para actuar en caso de necesidad.

El ejército de Israel está compuesto básicamente por tres grupos: 1) soldados regulares en servicio obligatorio; 2) oficiales y suboficiales que deciden dedicar su vida al ejército y optan por la carrera militar; 3) reservistas.

Los soldados retirados siguen prestando servicio al estado hasta una edad media que oscila alrededor de los 45 años para los hombres y 30 para las mujeres. Son llamados a filas de forma regular y, en caso de emergencia, son incorporados a unidades de combate en un plazo máximo de 48 horas.

El hecho de que la carrera militar sea relativamente corta - un oficial puede retirarse a la edad de 45 años - posibilita que muchos opten por una segunda carrera: la carrera política. Isaac Rabín, Shaúl Mofaz, Ehud Barak, Ariel Sharón... políticos que en el pasado ocuparon cargos de altísimo rango dentro del ejército. La desaparición de Ariel Sharón del escenario político en febrero del 2006 condujo a una situación sin precedentes en la política israelí. Dos civiles se enfrentaron en las elecciones a Primer Ministro en marzo de aquel mismo año, ganadas finalmente por Ehud Olmert del partido Kadima. Muchos lo interpretaron como un aumento de madurez en la sociedad israelí. El hecho de que el Primer Ministro (Ehud Olmert) y el Ministro de Defensa (el laborista Amir Pérets) sean personajes alejados del mundo militar demostraba un cambio importante en la estructura política israelí hasta entonces "militarizada". Analizaré este hecho y sus consecuencias en artículos posteriores.

El ejército está presente en todos los ámbitos de la sociedad civil israelí. Estos roles esán tan incorporados en la sociedad - en otros países serían considerados inusuales para un ejército - que en Israel ni siquiera se cuestionan. Y de esta forma, volviendo al punto de partida, no debe extrañar ni sorprender el hecho de que cientos de soldados caminen diariamente por la estación central de autobuses de Tel Aviv, los centros comerciales de Haifa o las céntricas calles de Jerusalén. Como fue planteado por la unidad educativa del ejército: AM BONÉ TSAVÁ - TSAVÁ BONÉ AM; EL PUEBLO CREA EL EJÉRCITO - EL EJÉRCITO CREA EL PUEBLO.

5 comentarios:

  1. Ésta es justamente una de las cosas que más me desegrada de Israel. Me impactó cuando llegué por primera vez de turista. Cuando vives aquí te terminas por acostumbrar. Mala costumbre. Ojalá las circunstancias que así lo exigen cambien algún día.

    Decía Hertzel que en el Estado Judío el lugar de los rabinos serían las sinagogas, así como el lugar de los militares serían los cuarteles. Cada cual limitado al lugar que le corresponde. Un tipo sabio Teodoro.

    ResponderEliminar
  2. A mi no me parece mal que un estado joven y generador de tanto conflicto se pasee con su figura protectora de la manito. Es muy tranquilizador caminar por israel y ver al ejército por todas partes y no solo en los cuarteles.

    ResponderEliminar
  3. A mi también me impactó mucho la primera vez que lo ví, incluso me daba miedo, pero es verdad, te acostumbras y hasta lo agradeces.

    ResponderEliminar
  4. En respuesta a rtb612.

    Te quiero presentar a otro tipo sabio, tal vez más sabio incluso que Teodoro. Se llama David.

    David Ben Gurión y sus allegados consideraban que el ejército debía realizar misiones para conseguir fines civiles.
    "El ejército debe servir como crisol para los nuevos inmigrantes. Debe enseñarles hebreo y los valores del nuevo estado democrático".

    Ya en la década de 1950 el ejército se encargó de levantar campos de tránsito para nuevos inmigrantes llegados, en su mayoría, del norte de África.
    También levantó aldeas agrícolas en las zonas menos desarroladas del país, cuyos productos sirvieron como suministros durante los primeros años de existencia de Israel.

    Actualmente el ejército ha disminuido sus funciones civiles. Y el hecho de que tantos soldados se paseen por las calles vestidos de uniforme (muchos de ellos portando arma) sirve también para, de algún modo, asegurar a la población civil, como menciono en los dos trágicos sucesos acontecidos en Jerusalén.

    En definitiva, también David fue un tipo sabio.

    ResponderEliminar
  5. Sin duda David era un tipo sabio también, hizo lo que era necesario en aquellos tiempos. La cagó con la "ley Tal" que exime a los jaredim del ejército aún hoy, pero eso es otra historia. Por suerte hoy en día el papel que ocupa el ejército en la sociedad no es tan dominante como entonces, ojala que pueda seguir reduciéndose hasta que un día llegue a ocupar su justa medida.

    ResponderEliminar