Yo también espero a Guilad

El 25 de junio del 2006, terroristas palestinos pertenecientes al movimiento de resistencia islámico Jamás secuestraron al soldado israelí Guilad Shalit en una emboscada en el cruce fronterizo Kérem Shalom de la Franja de Gaza. Hoy, tras más de dos años, Guilad Shalit sigue secuestrado. El Gobierno de Israel todavía no ha sido capaz de traer de vuelta a casa al soldado.

La sensación en la sociedad israelí es que el Gobierno no hace lo suficiente. Y más que la inoperancia, lo que realmente indigna (a mí por lo menos) es la indiferencia con la que tratan este tema, como si fuese un asunto banal. "La vuelta de Shalit a Israel ocupa el primer lugar en la agenda del Gobierno" dijo el todavía Primer Ministro israelí Ehud Olmert. "Israel no ha olvidado a Guilat". "Las negociaciones avanzan cada día".

Y tras dos años yo me pregunto, ¿dónde están los resultados? ¿Dónde está Guilad Shalit?
¿Dónde está el soldado que, a pesar de su bajo perfil médico, decidió alistarse a una unidad combatiente del ejército?

El mundo se manifiesta pidiéndole a Jamás la inmedianta liberación del soldado secuestrado. Yo le exijo al Gobierno de Israel: ¡traigan a Guilad Shalit a casa! Ya va siendo hora de que digan: "Nosotros lo enviamos al frente... y nosotros lo trajimos de vuelta".